lunes, 11 de junio de 2012

Himno nacional y su explicación




















Himno nacional


Coro

Tu bandera es un lampo de cielo
Por un bloque de nieve cruzado;
Y se ven en su fondo sagrado
Cinco estrellas de pálido azul;
En tu emblema, que un mar rumoroso
Con sus ondas bravías escuda,
De un volcán, tras la cima desnuda,
Hay un astro de nítida luz.

I estrofa

 India virgen y hermosa dormías
De tus mares al canto sonoro,
Cuando echada en tus cuencas de oro
El audaz navegante te halló;
Y al mirar tu belleza extasiado,
Al influjo ideal de tu encanto,
La orla azul de tu espléndido manto
Con su beso de amor consagró.
 
II estrofa

De un país donde el sol se levanta,
Más allá del atlante azulado,
Aquel hombre que te había soñado
Y en tu busca a la mar se lanzó
Cuando erguiste la pálida frente,
En la viva ansiedad de tu anhelo,
Bajo el dombo gentil de tu cielo
Ya flotaba un extraño pendón.

III estrofa

Era inútil que el indio tu amado
Se aprestara a la lucha con ira,
Porque envuelto en su sangre lempira,
En la noche profunda se hundió;
Y de la épica hazaña, en memoria,
La leyenda tan sólo ha guardado
De un sepulcro el lugar ignorado
Y el severo perfil de un peñón.

IV estrofa

Por tres siglos tus hijos oyeron
El mandato imperioso del amo;
Por tres siglos tú inútil reclamo
En la atmósfera azul se perdió;
Pero un día de gloria tú oído
Percibió, poderoso y distante,
Que allá lejos, por sobre el talante,
Indignado rugía un león.

V estrofa

Era Francia, la libre, la heroica,
Que en su sueño de siglos dormida
Despertaba iracunda a la vida
Al reclamo viril de dantón:
Era Francia, que enviaba a la muerte
La cabeza del rey consagrado,
Y que alzaba soberbia a su lado,
El altar de la diosa razón.
 
VI estrofa

Tú también, ¡oh mi patria!, te alzaste
De tu sueño servil y profundo;
Tú también enseñaste al mundo
Destrozado el infame eslabón.
Y en tu suelo bendito, tras la alta
Cabellera de monte salvaje,
Como un ave de negro plumaje,
La colonia fugaz se perdió.

VII estrofa

Por guardar ese emblema divino
Marcharemos, ¡oh patria!, a la muerte;
Generosa será nuestra suerte
Si morimos pensando en tu amor.
Defendiendo tu santa bandera,
Y en sus pliegues gloriosos cubiertos,
Serán muchos, honduras, tus muertos,
¡Pero todos caerán con honor! 

Explicación 

Coro

Imagina a la bandera como un resplandor de cielo, que está cruzado por una franja blanca
Simbólica de paz, serenidad y pureza, que debe haber y sobresalir en el espíritu de los
Hondureños. Las cinco estrellas sirven para recordar que los estados centroamericanos
Formaron y han de formar una sola patria, fuerte, rica, y respetada.
El emblema es el escudo con la leyenda: República de Honduras, libre, soberana e
Independiente, 15 de septiembre de 1821, escrita en el óvalo.**El mar embravecido
Representa los dos océanos que bañan y protegen las costas hondureñas. El volcán viene a ser
El territorio nacional protegido por esos dos mares. Sobre el volcán nace y resplandece el sol,
Que en tiempos pasados era imagen de adoración para los aborígenes como punto central del
Universo.

 Primera estrofa

Como una india virgen y hermosa personifica a Honduras, virgen porque en su suelo no haba
Puesto la planta ningún hombre extraño. Cerrados sus ojos a la luz de la civilización europea,
Arrullada por el incesante rumor de sus mares y echada en actitud de largo reposo, con sus
Riquezas amontonadas alrededor, así estaba la india al hallarla Cristóbal Colón en el año de
1502.
El descubrimiento de tanta belleza natural, acaso inesperada, produjo admiración y embeleso
En el espíritu de Colon.

 Segunda estrofa

Cristóbal Colón había concebido la existencia de otras tierras que ensancharan al mundo hasta
Entonces conocido por los europeos. Firme en su concepción y después de marchas fatigosas a
Través de Portugal y España venciendo muchas dificultades y realizando grandes esfuerzos en
Varios años pudo preparar la primera expedición y se aventuró a navegar por el océano
Atlántico, sin detenerse hasta encontrar la tierra presentida.

En el cuarto y último viaje, Colón descubrió a Honduras, tomando posesión del territorio en
Nombre de los reyes españoles, Fernando e Isabel el 17 de agosto del mismo año de 1502.
Regresó a España dejando iniciados los dominios de ella en el nuevo territorio que por lo tanto
Fue llamado Hibueras por eso cuando la india que personificaba a Honduras, despertó y

Levantó su frente, notó con asombro e inquietud, que flameaba la bandera española como
Señal de hallazgo de Colón en la tierra que tuvo esa suerte como corazón histórico.

 Tercera estrofa

Al hallazgo siguió la ocupación y a ésta el ejercicio del dominio. Para realizar la ocupación
Vinieron los conquistadores que penetraron al territorio por diversos rumbos. Era natural que
Los nativos opusieran resistencia valiéndose de todas sus facultades materiales y morales.
Llegó el año de 1537. Todo el país estaba sometido por los conquistadores, había sido vencida
La gente de ``Copantl''. Faltaban las tribus aguerridas de Cerquín, que arreglaron sus
Decedencias y se unieron frente al enemigo común, reuniendo un gran ejército que pusieron
Bajo el mando de Lempira.

Dispuesto a la defensa de sus lares Lempira estableció su campamento en las alturas de
Congolòn, Coyucotena y Piedra Parada que corresponde al municipio de Erandique. El
Gobernador Francisco de Montejo, mandó al capitán Alonso de Cáceres con los individuos
Disponibles para someter a Lempira. Este no aceptó la excitativa de sumisión y obediencia que
Le dirigieron aquellos por medio de unos comisionados especiales. Irritado Cáceres acudió al
Medio deshonroso de la traición: uno de los emisarios que mandó con bandera blanca, al estar
A corta distancia de Lempira, disparó su arcabuz, hiriendo en la frente al héroe que rodó por la
Pendiente pedregosa.

Con la muerte de Lempira quedó implantado el dominio en forma de coloniaje, pues
Amedrentados los indios con la muerte de su jefe, se dieron por vencidos del todo. Y así fue
Inútil que aquel hombre ejemplar ofrendara su sangre generosa en la defensa por la libertad
De su pueblo.

 Cuarta estrofa

Tres siglos duró la dominación española. Durante ese tiempo, los nativos servían y obedecían
En verdadera esclavitud, a los señores y autoridades coloniales, en nombre del Rey. Las ansias
De libertad hervían en los espíritus oprimidos y las demostraciones por gozar de ese derecho
Esencial e inherente al hombre para que tenga responsabilidad se perdían en el viento.

Al fin los hijos grandes del pueblo sometido a la servidumbre del colonizaje, oyeron el eco del
Estruendo que producía el movimiento revolucionario que había más allá del Océano
Atlántico.

 Quinta estrofa

Era el nacimiento político de Francia en 1789, para establecer como regla de gobierno y de
Organización social posible, la voluntad del pueblo a base de reconocimiento de los derechos
De Libertad, Igualdad y Fraternidad en oposición del absolutismo de los reyes, del clero y de los
Nobles señores, lo cual era un violento despertar a la nueva vida. Uno de los campeones de
Aquel movimiento formidable era Jorge Jacobo Dantón, orador y estadista que pretendiendo
Moderar la situación creada por el terror de 1793, fue decapitado al año siguiente.

El Rey Luis XVI era débil ante el poderío de sus ministros, de la nobleza y del clero, que se
Oponían a las reformas políticas y sociales en beneficio para el pueblo. Por eso y en vista que
Intentó salir de Francia aquel Rey fue condenado a muerte como reo, de los delitos de
Conspiración contra la libertad y atentados contra la seguridad del Estado. En ese tiempo se

Estableció la obligación general de rendir culto a la razón que fue elevada a la categoría de
Diosa de los franceses.

Sexta estrofa

Así como Francia nuestra patria sacudió la servidumbre y se presentó ante los países civilizados
Sin las cadenas que lo ataban y que rompió con la proclamación de la Independencia el 15 de
Septiembre de 1821, para darse personalidad en el mundo. Los pliegos que contenían esa
Proclama llegaron a Tegucigalpa en la tarde del 28 de septiembre.

Y del suelo bendito de Honduras, aquella tarde inolvidable, tras la cima de aquellos cerros y
Montañas, coronadas con nubes que se confunden con los bosques rápidamente desapareció
La dominación española, a manera de un ave negra y dañina que se perdiese en el horizonte.

 Séptima estrofa

Porque Honduras sea siempre y en todas circunstancias libre, soberana e independiente sus
Hijos le juramos emplear todos los recursos y fuerzas de que disponemos, unidos esforzados y
Leales en la idea, el sentimiento y la voluntad y declaremos que luminoso y feliz será el destino
Si la muerte nos halla con el pensamiento puesto en la Patria demostrando que el amor de ella
Está por sobre todas las cosas.

Y por la defensa de la Bandera Nacional, que para nosotros es santa porque encierra la
Dignidad colectiva, y de presentar en todo el momento el triunfo y la grandeza de la paz y la
Guerra morirán al pie de ella, como leones, a millares, en terrible combate, todos los
Hondureños que sean necesarios, dejando en los sucesores en la sangre y el espíritu, modelos
De honor que sabrán imitar dignamente.

Honor a mi patria
















Saludo a la bandera

L Lola Nobilia Plaza
M Augusto Ve

¿Bandera de la raza simbólica bandera
Izada por dos manos halada de mujer,
Revives el milagro de las tres carabelas
Y anuncias hoy la aurora de un nuevo amanecer.

Yo inculcare a mis hijos, amor a ti, bandera
Que evocas con tus cruces la hazaña de Colón,
Yo inculcaré a mis hijos que el sol que en ti fulgura
Es símbolo radiante de paz y abnegación

Por ellos por mis hijos, yo te saludo insignia
Simbólica bandera que admiro con amor
Salve, símbolo augusto de paz y de concordia
Salve, bandera excelsa del capitán Camblor

Juramento a La Bandera

Juro fidelidad a la Bandera Nacional,
símbolo de la unidad, justicia, libertad y
paz, invocando la protección de Dios y en
ejemplo de nuestros próceres, prometo
honrar a la Patria, servirla y defenderla
bajo un sólo propósito, para beneficio de
todos.

Oración del Hondureño

Bendiga Dios la prodiga tierra en
que nací!

Fecunden el sol y las lluvias sus
campos labrantíos; florezcan sus
industrias y todas sus riquezas
expendan bajo su cielo de zafiro. Mi
corazón y mi pensamiento, en una
sola voluntad, exaltarán su nombre,
en un constante esfuerzo por su
cultura. Número en acción en la
conquista de sus altos valores
morales, actor permanente de la
paz y del trabajo, me sumaré a sus
energías; y en el hogar, en la
sociedad o en los negocios públicos,
en cualquier aspecto de mi destino,
siempre tendré presente mi
obligación ineludible de contribuir a
la gloria de Honduras.

Huiré del alcohol y del juego, y de
todo cuanto pueda disminuir mi
personalidad, para merecer el
honor de mejorar entre sus hijos
mejores. Respetaré sus símbolos
eternos y la memoria de sus
próceres admirando a sus hombre
ilustres y a todos los que
sobresalgan por enaltecerla.

Y no olvidaré jamás que mi primer
deber será, en todo tiempo,
defender con valor su soberanía, su
integridad territorial, su dignidad
de nación independiente;
prefiriendo morir mil veces antes
que ver profanado su suelo, roto su
escudo, vencido su brillante
pabellón.

 Bendiga Dios la prodiga tierra en
que nací! Libre y civilizada, agrande
su poder en los tiempos y brille su
nombre en las amplias conquistas
de la justicia y del derecho. 


Canto a la Bandera

Autor: Augusto C. Coello E.

Oh! Bandera esplendorosa, Oh! Bandera Sacrosanta… Cuando subes
Lentamente, Cuando subes majestuosa sobre el asta y a los besos
Aromados de la brisa, te despliegas como un ala que se tiende bajo el
Cielo, temblorosa y agitada, me imagino que de pronto en un ímpetu
Iniciaras la parábola de un vuelo milagroso por la comba inmensa y
Diáfana, y me finjo que es tu vuelo como el vuelo azul de un águila sobre
Nieves sempiternas Sobre cumbres milenarias que los siglos, que los siglos
y la nieve hicieron blanca.

Tú has cruzado los caminos de los astros aclamada por las hurras de las
Épicas legiones el estrépito feral de la batalla, el canglor de la victoria y los
aurcas estridencias de la fama….

Tú has cruzado los caminos de los astros a los vientos de la guerra
Desplegada. por las manos del epónimo caudillo, que en las gestas
Legendarias a galope victorioso por las cumbres o las fértiles cañadas,
Frente al pasmo de los siglos escribiera, con los rayos de su espada, la
Epopeya resonante de la Gloria, la epopeya de la Gloria y de la Patria.

Te conocen las auroras sonrosadas, cuando en éxodos errantes por los
Riscos y los páramos ondeabas, cobijando las cabezas de los héroes que
En falanges apretadas y sonámbulos de sueños imprecisos, con al planta
Ensangrentada iban siempre tras la Tierra Prometida en la inútil ansiedad
De su esperanza.

 En los rojos mediodías a través de las ciudades domeñadas, por las calles
Tumultuosas bajo de arcos y guirnaldas, al estruendo de las vivas y el
Clamor de las campanas, por las calles tumultuosas triunfalmente
Desfilabas… en los rojos mediodías, que el incendio de los soles abrillantan
Resaltaban los colores, tus estrellas, del combate entre las rojas
Llamaradas.

Y te han visto los crepúsculos dolientes, de la noche frente al ara, tras el
Termino sangriento de la lucha despiadada. Con los pliegues desgarrados
Desmayada y macilenta sobre el asta, como garza adormecida que ha
Ocultado al cabeza bajo el al.

Y al cuajarse sobre el campo los crespones de la noche densa y vasta, 
te han dorado los reflejos mortecinos de las trágicas ciudades incendiadas.
Cuántas veces, cuántas veces de retorno hacia la Patria, todavía
tembloroso y anhelante pleno el pecho de nostalgia escrutando el
horizonte, en los ojos puesta el alma, tras el límite indeciso de la tierra tras
el límite ondulante de las aguas con las ansias ardorosas de un amante te
buscaba…
E invocando tus colores en mi cálido espejismo no atinaba, presintiéndote
a lo lejos, si era el cielo con el mar, a la distancia confundida, o eras tú,
Bandera mía, que en la playa como madre que amorosa aguardaba al hijo,
me esperabas.

Oh! Bandera esplendorosa. Mi Bandera azul y blanco! Cuando subes
lentamente, Cuando subes majestuosa sobre el asta, y a los besos
aromados de la brisa te despliegas como un ala que se tiene bajo el cielo,
temblorosa y agitada.

Cómo ansío en mis anhelos fervorosos que a los vientos desplegados en tu
vuelo infinito, en tu vuelo prodigioso te elevaras tras las cúspides más altas
de la Gloria, tras las cumbres más radiosas de la fama.


Canciones folklóricas